Personas de cualquier edad pueden practicar la Plena Conciencia, desde adolescentes hasta ancianos, pero siempre deben respetar sus límites.

Los movimientos deben ejecutarse siempre de forma tranquila, agradable y armoniosa. Como cualquier práctica corporal, siempre deben seguir las pautas de un buen instructor y las recomendaciones de su médico.

Somos un negocio operado y de propiedad familiar.

Hay casos en los que la técnica es muy beneficiosa, pero su práctica debe realizarse con adaptaciones y cuidado en la amplitud, dosificación e intensidad de los movimientos.

Las personas mayores o personas con determinadas patologías deben recibir una orientación específica de sus instructores.

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Las prácticas no deben ser realizadas por personas con cáncer en fase activa, solo después de ser controladas, y con autorización médica, están indicadas para ayudar en la recuperación. Tampoco se recomiendan para mujeres embarazadas que necesiten cuidados y para personas que se encuentran en la etapa aguda de una inflamación o infección (fiebre muy fuerte y gripe, hinchazón e infecciones parasitarias graves, etc.).

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En la fase de cicatrización posterior a cirugías o fracturas, siempre previa autorización médica, se recomiendan las prácticas, ya que los ejercicios permiten disolver las adherencias de los tejidos, además de fortalecer los huesos.

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Recuerde: use el sentido común y siga siempre las instrucciones de su médico.